Gobernantes y escritores (II)

"Destacados líderes hondureños dejaron un legado escrito, reflejando sus pensamientos y experiencias para las generaciones presentes y futuras"

  • 11 de junio de 2025 a las 00:00

Ramón Adolfo Villeda Morales (1908-1971); presidente (1957-1963). Obra: “Hacia una educación nacionalista”; “Lactancia materna”; “La natalidad ilegítima”; “Finlay y Rotarios”; “Mortalidad infantil en Comayagüela: sus causas y manera de combatirla”; “El problema social de la intoxicación alcohólica en Honduras”; “El problema de las cuatro I en la inseguridad infantil”; “El problema social de la Medicina en Honduras”; “Mensaje al pueblo hondureño de los candidatos a la presidencia y vicepresidencia por el Partido Liberal de Honduras”.

Ramón Ernesto Cruz (1903-1985). De 1971 a 1972 ejerció la presidencia de la nación. Autor de: “Somero análisis de algunos problemas de Honduras”; “Panoramas de las culturas históricas”; “Derecho Interno y Derecho Internacional”; “Crónica del procedimiento oral en el juicio Honduras vs. Nicaragua. Derecho Público Intercentroamericano y Derecho Constitucional hondureño”; “En defensa de la soberanía de Honduras”; “Problemas territoriales centroamericanos”; “Derecho de Honduras”; “Estado, Derecho y Política”; “Historia constitucional de Honduras”; “La lucha política de 1954 y la ruptura del orden constitucional”.

Carlos Roberto Reina (1926-2003). Gobernó de 1994 a 1998. Escribió: “La Revolución Moral”; “Huellas de una lucha”; “El ideal morazánico en el siglo XXI”; “El ágora y el aula”; “Una senda hacia el nuevo siglo”.

Carlos Roberto Flores; presidente de la República (1998-2001). Autor de “Los Idus de marzo”; “Kairós”.

José Manuel Zelaya Rosales. Gobernó del 2006 al 2009. Coautor de “El Golpe J28”.

Todos los aquí reseñados dejaron plasmados por escrito sus pensamientos, cada uno en el marco de las experiencias vividas, su formación intelectual y profesional, como un legado tanto para sus contemporáneos como para las subsiguientes generaciones. De todos ellos, el único que escribió sus Memorias, lamentablemente inconclusas, fue Francisco Morazán , cuya faceta de escritor aguarda de exhaustivos análisis, quedando hasta ahora relegada al enfatizar su trayectoria vital como político y guerrero. Unos de manera más lúcida que otros, pero todos ellos tienen el crédito de haber dejado testimonio escrito de su sensibilidad, creatividad, amistad con el mundo de las letras.

Revisando sus aportes encontramos que unos fueron más prolíficos que otros, sea porque no encontraron suficiente tiempo libre, aun después de haber dejado el solio presidencial, por fallecer prematuramente, por no encontrar nuevas fuentes de inspiración, habiéndolas agotado.

Es de desear que los próximos gobernantes hondureños, sea de manera personal o bien contratando a un escritor(a) profesional, dejen impresas sus cosmovisiones, sean estas de carácter intimista o exteriorista.

Entre más horas dedican a la lectura, más fácil les será legar a su generación y a las futuras, contenidos escritos de su recorrido existencial, en interacción con los gobernados y con sus colegas de otras naciones, en autoevaluaciones de sus logros y fracasos y las causales para ello.

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