Tegucigalpa, Honduras.- A lo largo de la avenida Cervantes se instalaron alrededor de 1,200 tubos con el objetivo de evitar que los vehículos se estacionen sobre la calle y pasos de uso exclusivo para peatones y ciclistas.
Al momento de la restauración de la avenida Cervantes, se colocaron filas de postes alineados a los costados de la calle para delimitar la amplitud de los pasos peatonales y evitar abusos de estacionamiento de vehículos. Sin embargo, poco tiempo después comenzaron a ser destruidos.
Según denuncias ciudadanas, varios de estos tubos han sido arrancados deliberadamente por conductores que circulan en estado de ebriedad, sobre todo en las cercanías de negocios nocturnos.
“En una cantina que queda al frente del Museo del Hombre han arrancado varios tubos, y son personas que los destruyen con los vehículos cuando salen de ese lugar bien borrachos”, manifestó uno de los ciudadanos que circulaban por la avenida.
“Una vez que quedan en el suelo, los peleadores se roban los tubos, y así es como van desapareciendo”, afirmó el entrevistado.

EL HERALDO realizó un recorrido por la zona y constató que muchos tubos ya no existen, a pesar de que la restauración es reciente en el centro de la ciudad.
Varios ciudadanos de la zona exhortaron a los hondureños a cuidar el patrimonio público, ya que este se financia con los impuestos del pueblo.
“Tenemos que cuidar nuestros bienes. Además, hay leyes que las autoridades deben aplicar para proteger lugares como estos, que forman parte del centro histórico de la capital”, expuso Pedro Calix, pastor de una iglesia ubicada en la avenida Cervantes.
“Al frente de esta iglesia destruyeron unas lámparas. Me comprometí a repararlas; sin embargo, he ido cinco veces a la Alcaldía y no me atienden para poder ayudar a restaurarlas”, dijo el entrevistado.
Calix manifestó que las autoridades municipales tampoco muestran interés en cuidar estos bienes. Aunque hay policías municipales, estos no actúan contra el delito.
“Imagínese en mi caso: voy a la Alcaldía para que me entreguen esa lámpara y poder repararla, pero no encuentro a nadie responsable”, amplió el ciudadano.
Debido a la falta de estos bolardos, motociclistas y vehículos circulan por la zona peatonal sin importar el desorden que se genera ni el peligro que enfrentan los peatones.
“El llamado no es solo para la población, sino también para las autoridades, para que apliquen las leyes que protegen los bienes públicos y que estas cosas no sigan sucediendo”, consideró Pedro Calix.
Cada día se destruyen más tubos que sirven para dar seguridad y estética a la avenida. El llamado es para la Alcaldía Municipal, para que tome cartas en el asunto, ya que la destrucción de estos tubos va en aumento.
El proyecto de restaurción de la avenida Cervantes fue inagurado en diciembre del 2024. Esta obra tuvo una inversión de 130 millones de lempiras y se extiende por 1.3 kilómetros.